¿Nuevo sindicalismo? o viejas practicas impulsadas por Napo

Tras la presentación del senador y líder del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, de la nueva agrupación sindical que reúne a 150 sindicatos y 10 federaciones y en la que es dirigente. Las  críticas no se hicieron esperar por las inconsistencias en cuanto a afiliados nacionales, respaldos internacionales y porque amenaza –dada su falta de transparencia estructural– con perpetuar las prácticas sindicales del pasado.


El periodista Carlos Loret de Mola en su reportaje “Emperador Napoleón” afirmó que el senador morenista, deseaba ser como Fidel Velázquez, fundador del PRI y líder de la Confederación de Trabajadores de México  que ostentó el poder por más de cuarenta años.


La propuesta de su nuevo sindicalismo ha levantado desconfianza entre la cámara de senadores, tras las controversias legales que lo persiguen, y que hicieron que abandonara el país exiliándose en Canadá por 13 años en el que solo regresó, tras haber sido nombrado senador plurinominal, cargo que le otorgó fuero político.


La incertidumbre sobre la capacidad de Napoleón Gómez Urrutia para ostentar un cargo de esta envergadura, se pone en duda tras la resolución en mayo del 2018 de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, que luego de 13 años de litigios determinó que el senador debía devolver 55 millones de dólares presuntamente desviados y que pertenecían a los fondos de los trabajadores del sindicato minero.


El “nuevo sindicalismo” que busca Napoleón Gómez Urrutia realmente no es distinto, es un modelo que ya existía desde el priismo. Una vieja manera de generar ingresos con base en cuotas y la política del compadrazgo.

Más noticias:

Berrinche de Napoleón Gómez Urrutia detiene avance en reformas laborales